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Canadá ha estado realizando ajustes en sus políticas de inmigración en respuesta a las presiones económicas y sociales que ha enfrentado en los últimos meses. El primer ministro Justin Trudeau anunció nuevas medidas el pasado 26 de agosto para limitar la llegada de trabajadores extranjeros temporales, sin comprometer la apertura del país a la inmigración.

A partir del 26 de septiembre, se estableció que los trabajadores extranjeros temporales solo podrán ocupar un máximo del 10% de los puestos en una empresa. Además, en áreas con una tasa de desempleo superior al 6%, los empleadores no podrán contratar trabajadores extranjeros temporales en categorías con salarios bajos, excepto en sectores como la seguridad alimentaria, la construcción y la sanidad. Los permisos para estos trabajadores tendrán una validez de un año.

Estas medidas se suman a otras adoptadas este año, como el límite temporal de dos años en el número de autorizaciones de visado para estudiantes extranjeros y la imposición de visados para ciudadanos mexicanos. El ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marc Miller, no descarta reducir el número de solicitudes aceptadas para la residencia permanente.

La llegada de un gran número de personas en los últimos años ha representado un desafío para los Gobiernos provinciales y municipales en términos de servicios públicos, acceso a la vivienda y otros aspectos. El Gobierno de la provincia de Quebec ha recibido compensaciones por la gestión de solicitantes de asilo entre 2021 y 2023.

Expertos como Catherine Xhardez señalan que las decisiones tomadas por el Gobierno de Trudeau responden a la necesidad de regular la inmigración y corregir errores en las políticas anteriores. Sin embargo, líderes de la oposición como Pierre Poilievre critican la gestión del Gobierno y advierten sobre los posibles efectos negativos en la percepción de la población hacia la inmigración.

Las próximas elecciones en Canadá, previstas para octubre de 2025, podrían adelantarse debido a la ruptura de un pacto entre partidos. El tema de las políticas de inmigración será uno de los puntos centrales de la campaña electoral, ya que ha generado debate y controversia en el país.

En conclusión, las medidas adoptadas por el Gobierno de Trudeau buscan equilibrar la llegada de inmigrantes con las necesidades del mercado laboral y los servicios públicos en Canadá. El debate sobre la inmigración seguirá siendo relevante en el escenario político del país en los próximos años.