Los sindicatos de la Mesa Sectorial de Educación en Madrid, que incluyen a CC.OO, ANPE, CSIF y UGT, han organizado una huelga para el 29 de octubre y una manifestación que recorrerá el centro de la capital desde Neptuno hasta Sol. También se concentrarán frente a la consejería dirigida por Emilio Viciana el 16 de octubre.
Estos sindicatos están exigiendo una reducción del horario lectivo y de las ratios, entre otras demandas. Se quejan de la cancelación de una reunión prevista para el 12 de septiembre con la Consejería de Educación. El consejero del ramo, Emilio Viciana, se comprometió a reprogramar el encuentro lo antes posible.
Además, se han programado más acciones en caso de que el conflicto persista. El 14 de noviembre habrá una concentración frente a la Asamblea de Madrid y el 21 de noviembre se repetirá la jornada de huelga y manifestación con el mismo recorrido.
Estas protestas no son nuevas, ya que desde el año pasado se han venido realizando acciones similares. Una de las principales demandas de los sindicatos es la reducción del horario lectivo a 18 horas en secundaria y Formación Profesional, en lugar de las 20 horas actuales, así como la disminución a 23 horas en infantil y primaria.
La implantación de esta reducción del horario lectivo es uno de los puntos de desacuerdo entre la Administración y los sindicatos, lo que llevó a la ruptura de negociaciones anteriores y a la convocatoria de huelgas. Los sindicatos han anunciado que las protestas continuarán si es necesario hasta el final del curso.
Además de la reducción del horario lectivo, los sindicatos también están exigiendo equiparación salarial con otras comunidades autónomas, un plan de choque contra la burocracia y la posibilidad de que los centros elijan su tipo de jornada.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado medidas como la obligatoriedad de la jornada partida en los nuevos colegios públicos a partir del curso 2025/2026, con el objetivo de combatir el abandono escolar. Por otro lado, Ayuso también ha expresado la necesidad de acabar con la politización de la universidad y buscar que los rectores estén acreditados para ser catedráticos.
En resumen, los sindicatos educativos en Madrid están movilizándose para exigir mejoras en las condiciones laborales y educativas, mientras que la Administración regional defiende sus acciones para mejorar las condiciones de los docentes y reducir las ratios de manera progresiva.
