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La Policía Municipal de Madrid ha decomisado alrededor de 300 kilos de alimentos en mal estado en el supermercado Asia, ubicado en la calle Nicolás Sánchez, 7. Entre los productos confiscados se encontraban caracoles con parásitos intestinales, crías de anchoa de apenas unos milímetros de tamaño, casquería, gallinas negras, calamares secos y lucio percas de caza deportiva. Todos estos alimentos estaban destinados para la venta al público, lo cual representa un grave peligro para la salud de los consumidores.

La operación de decomiso, denominada Pezqueñines, se inició luego de que la Policía recibiera información sobre la venta de anchoas por debajo del tamaño mínimo legal. Al inspeccionar el supermercado, se encontraron productos sin etiquetar correctamente, como caracoles cubiertos de lodo y sin tratamiento adecuado, lo que representa un riesgo de transmisión de parásitos intestinales a los humanos. Además, se descubrieron calamares descongelados y vuelto a congelar, carne sin trazabilidad y gallinas negras con partes no comestibles.

Los agentes también hallaron lubinas etiquetadas que en realidad contenían caracoles, así como un lucio perca de agua dulce, una especie invasora en España, destinada a la venta a pesar de provenir de la pesca deportiva. Todo el género decomisado fue precintado o enviado a Sanidad para su destrucción, sumando un total de 276 kilos retirados de los congeladores del supermercado.

A pesar de la gravedad de la situación, el supermercado permanece abierto al público, lo que plantea interrogantes sobre la eficacia de los controles sanitarios y de calidad en este tipo de establecimientos. Es fundamental que las autoridades competentes refuercen la vigilancia y las inspecciones en los comercios de alimentación para garantizar la seguridad de los consumidores y prevenir riesgos para la salud pública. La situación detectada en el supermercado Asia es un recordatorio de la importancia de verificar el origen y la calidad de los alimentos que consumimos, así como de exigir el cumplimiento de las normativas sanitarias y de etiquetado en todos los establecimientos de venta de alimentos.