El Palacio de Zabálburu, ubicado en el barrio de Salamanca en Madrid, es un ejemplo destacado de la arquitectura del siglo XIX y ha experimentado una transformación notable a lo largo de los años. Construido entre 1872 y 1876 por la familia Zabálburu, se destaca por su estilo neogótico-racionalista y su importancia histórica. Hoy en día, alberga la Biblioteca y Archivo Francisco de Zabálburu, que conserva una colección única de libros y documentos en España.
El palacio se construyó en terrenos que antes ocupaba el Pósito Real de la Villa, un almacén de granos del siglo XVII. Los hermanos Zabálburu Basabe adquirieron parcelas para construir su residencia familiar en un momento de transformación urbana para Madrid. El diseño arquitectónico del palacio, inspirado en el neogótico-racionalista, destaca por su sencillez y uso de materiales como ladrillo visto, granito y piedra blanca.
En 1900, se amplió el palacio manteniendo su coherencia estilística original. Francisco de Zabálburu, uno de los propietarios, coleccionó una gran cantidad de documentos y libros raros que ahora forman parte de la Biblioteca y Archivo Francisco de Zabálburu. Durante la Guerra Civil, el palacio fue sede de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y posteriormente fue dividido en viviendas hasta su declaración como Monumento Nacional en 1977.
En la actualidad, el palacio alberga la Biblioteca y Archivo Francisco de Zabálburu, que cuenta con más de 18,000 libros y documentos, incluida correspondencia entre Carlos V y Felipe II con sus virreyes. El edificio, diseñado por el arquitecto José Segundo de Lema, se encuentra en la calle Marqués de Duero y es utilizado por el Ministerio de Justicia, la Mutualidad General y el Registro, además de la biblioteca. El Palacio de Zabálburu es un testimonio de la historia y la cultura de Madrid que ha sabido adaptarse a lo largo del tiempo para conservar su esplendor arquitectónico y su valor patrimonial.