Esther Anula sabía que algo no iba bien con su hijo Yareth. El pequeño, que tenía un año y medio, no interactuaba con nadie y no hablaba. Después de un año y medio de pruebas, sin diagnóstico, desde la sanidad pública detectaron un trastorno del neurodesarrollo social y del lenguaje y le derivaron al centro de atención temprana de Envera. Este centro ofrece tratamientos a niños de cero a seis años que presentan trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos.
En el centro, Yareth trabaja con su logopeda en mejorar su habla y comprensión. Su madre comenta que ha avanzado mucho desde que comenzó el tratamiento y ahora es capaz de comunicarse y socializar con otros niños. Sin embargo, la lista de espera en el centro es larga, lo que dificulta el acceso a estos importantes servicios.
Además de los niños más pequeños, Envera también ofrece servicios para niños y jóvenes de seis a dieciocho años que necesitan atención especializada para el desarrollo de sus capacidades y habilidades. El centro ha notado un aumento en la demanda de atención debido a la detección de nuevas patologías y síndromes, así como al envejecimiento de la población.
La directora del centro, Cristina Sánchez, destaca la importancia de detectar y tratar tempranamente a los niños con discapacidad para mejorar su calidad de vida. El centro cuenta con un equipo multidisciplinario que evalúa las necesidades de cada niño y ofrece tratamientos personalizados que incluyen estimulación, logopedia, fisioterapia, psicoterapia, psicomotricidad y terapia ocupacional.
En resumen, el Centro de Atención Temprana Envera está haciendo una diferencia significativa en la vida de niños como Yareth, ofreciendo tratamientos especializados y personalizados para mejorar su desarrollo y calidad de vida. Sin embargo, es necesario reducir las listas de espera y aumentar el acceso a estos servicios para garantizar que todos los niños que lo necesiten puedan recibir la atención adecuada a tiempo.