En mi opinión, la gestión del ministro Óscar Puente en el servicio de Cercanías es inaceptable. Su actitud irresponsable y despectiva hacia los usuarios del transporte público es evidente. En mi experiencia personal, he sufrido las consecuencias de su mala gestión en varias ocasiones.
Es lamentable que de los cien viajeros afectados en la última avería, solo dos hayamos presentado una reclamación. Esto demuestra la falta de conciencia y responsabilidad por parte de los usuarios para exigir un servicio de calidad. Es importante alzar la voz y denunciar las deficiencias en el sistema de transporte.
Es necesario que los ayuntamientos y las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y presionen al ministro para que mejore la calidad del servicio de Cercanías. No se trata solo de reclamar por las averías, sino también de exigir respeto y consideración hacia los usuarios.
El maltrato y la falta de empatía por parte del ministro hacia los trabajadores y los usuarios del transporte público es inaceptable. Insultar a aquellos que confían en el servicio de Cercanías es una falta de respeto que no puede ser tolerada.
Es fundamental que se promueva el uso del transporte público y se garantice un servicio eficiente y seguro para todos los ciudadanos. Las políticas de apoyo a la alta velocidad no deben marginar al Cercanías, que es utilizado por la mayoría de la población.
En lugar de burlarse y menospreciar a los usuarios, el ministro debería asumir su responsabilidad y trabajar para mejorar el servicio de Cercanías. Es inaceptable que se ignoren las necesidades y preocupaciones de los ciudadanos que dependen de este medio de transporte.
Es hora de exigir un cambio y de responsabilizar a las autoridades por su gestión deficiente. Los usuarios merecen un trato respetuoso y un servicio de calidad en el transporte público. Es necesario que se tomen medidas urgentes para mejorar la situación y garantizar la satisfacción de los ciudadanos.