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ABC ha tenido acceso a un informe interno que detalla cómo ocurrió el accidente. El tren que iba a chocar con el convoy descarrilado era de Iryo y estaba viajando de Alicante a Madrid. El trayecto desde Chamartín hasta el Jardín Botánico es conocido por los madrileños, aunque no estén cerca en superficie, están conectados por un túnel subterráneo de unos siete kilómetros que atraviesa el corazón de la ciudad.

El tren S-114 recorrió este mismo trayecto el pasado sábado. Según el informe, se produjo un fallo en el sistema de frenos del tren, lo que provocó que perdiera el control y se desviara de los rieles. Afortunadamente, el tren que venía en dirección opuesta logró evitar la colisión al detenerse a tiempo.

Este incidente pone de manifiesto la importancia de mantener un adecuado mantenimiento de los sistemas de frenos de los trenes para prevenir accidentes como este. La empresa Iryo ha anunciado que llevará a cabo una revisión exhaustiva de todos sus trenes para garantizar la seguridad de los pasajeros.

Además, es necesario destacar la rápida respuesta de los servicios de emergencia y de los trabajadores del tren para evacuar a los pasajeros de manera segura. La coordinación entre los diferentes equipos fue fundamental para evitar una tragedia mayor.

Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de la seguridad en el transporte público y la necesidad de invertir en infraestructuras y equipos modernos para garantizar viajes seguros para todos los ciudadanos. Esperamos que este accidente sirva como un recordatorio para mejorar los estándares de seguridad en el transporte ferroviario y prevenir futuros incidentes similares.