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La espera ha terminado. Hoy a las 12:00 (tres horas más en Uzbekistán) comienza la décima edición de la Copa Mundial de Fútbol Sala de la FIFA con un partido entre Croacia y Tailandia en el Complejo Deportivo Universal de Bukhara. Como en las nueve ediciones anteriores, España estará presente en el Mundial con la esperanza de agregar una tercera estrella a su camiseta, habiendo llegado a disputar tres finales más en el pasado.

Para el equipo dirigido por Fede Vidal, han pasado casi tres años desde su última participación en los cuartos de final en Lituania, donde Portugal, finalmente campeón del mundo, los eliminó en una emocionante prórroga (2-4). Pero ahora, lo único que importa es el presente y los 14 jugadores que figuran en la lista oficial de la FIFA (además de los dos jugadores adicionales que completaron la convocatoria, sin olvidar a Pani que estuvo presente en los dos partidos disputados en Marruecos) están listos para escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol sala español.

A pesar de ser considerados como uno de los principales candidatos para levantar el trofeo, España no parte como favorita en esta ocasión. En el comienzo de su participación en Andiyán, a casi 8.000 kilómetros de distancia, el equipo de Fede Vidal tiene un único objetivo en mente: competir en el próximo partido, ganarlo si es posible, y luego concentrarse en el siguiente rival en la competencia. Con calidad, experiencia y versatilidad, la selección española tiene todos los ingredientes necesarios para llegar lejos en el torneo.

Uno de los jugadores clave a tener en cuenta es Sergio Lozano, subcampeón del mundo en Tailandia en 2012, que ha superado todas las adversidades para estar presente en este torneo y liderar moralmente al equipo. Con tres porteros de garantías como Jesús Herrero, Dídac Plana y Chemi, tres cierres versátiles como Tomaz, Boyis y Antonio Pérez, y alas letales como Adolfo, Cortés, Catela y César, España cuenta con un equipo equilibrado y competitivo.

Uzbekistán se convierte en la cuarta sede asiática en acoger la Copa del Mundo de Fútbol Sala y España ha tenido un historial exitoso en Asia, habiendo sido campeona en China Taipei en 2004 y subcampeona en Hong Kong en 1992. En Tailandia en 2012, lograron el tercer puesto en el podio. Con estos antecedentes, el equipo español tiene todas las posibilidades de llegar lejos en el torneo y luchar por esa tercera estrella en su camiseta.