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La iglesia del Buen Suceso es un templo icónico en Madrid que ha experimentado varios cambios a lo largo de los siglos. Inicialmente, el templo se encontraba en la Puerta del Sol y formaba parte del Hospital Real de la Corte, construido a finales del siglo XV. Durante muchos años, la iglesia sirvió como lugar de devoción y reunión para los madrileños, marcando el paso del tiempo en la ciudad.

Sin embargo, con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, la iglesia fue demolida para dar paso a la expansión de la Puerta del Sol. A pesar de su desaparición física en ese lugar, la historia del Buen Suceso continuó en el barrio de Argüelles, donde se construyó una nueva iglesia en 1868. Esta segunda iglesia también sufrió daños durante la Guerra Civil y fue finalmente demolida en la segunda mitad del siglo XX.

Finalmente, en 1982 se inauguró el tercer templo del Buen Suceso en Madrid, con una fachada de acero inoxidable que le valió el apodo de «Nuestra Señora de Magefesa». Este moderno templo se encuentra en el lugar de la segunda iglesia derribada y forma parte de un complejo residencial que se construyó en ese sitio.

A través de los siglos, la iglesia del Buen Suceso ha sido testigo de la evolución de Madrid y ha sobrevivido a pesar de los desafíos y cambios urbanísticos. Su historia refleja la importancia de la devoción religiosa en la vida de los madrileños y la capacidad de adaptación de los lugares de culto a lo largo del tiempo.