Resumen: Dos atracadores disfrazados con monos de trabajo, gafas de sol y gorros lograron robar 50.000 euros de un banco en Morata de Tajuña, Madrid. La Guardia Civil detuvo a los ladrones y a su cómplice, quien conducía un vehículo amarillo en el que huyeron después del robo. Un tercer implicado también fue identificado.
En una escena digna de una película, dos individuos entran en un banco de Morata de Tajuña con disfraces de trabajo y gafas de sol. Fingiendo interés en solicitar un préstamo, se sientan en el mostrador y esperan a que un empleado les atienda. Sin embargo, la situación toma un giro peligroso cuando uno de los asaltantes saca un arma de fuego y comienza a amenazar al trabajador.
El pobre empleado, atemorizado, no tiene más opción que llevar a los ladrones hasta la caja fuerte, donde se encuentran con un técnico quien también es retenido a punta de pistola. Con gran nerviosismo, logran abrir la caja fuerte y sustraer 50.000 euros del banco antes de darse a la fuga en un vehículo amarillo conducido por su cómplice.
Investigación y detenciones
La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Old School’, despliega un dispositivo en la zona para recopilar información sobre el atraco. Tras interrogar a varios testigos, descubren la existencia de un tercer implicado que se encargaba de la seguridad y oficiaba como chófer de los criminales. El vehículo amarillo que utilizaban para huir fue clave en su identificación.
Los ladrones, que ya estaban fichados por un robo anterior en la capital, son identificados y localizados. La policía lleva a cabo registros en domicilios en Arganda del Rey y Madrid, recuperando un arma de fuego real, prendas usadas en los atracos y dinero en efectivo. Los dos autores materiales son enviados a prisión, mientras que el tercer detenido, responsable del vehículo, queda en libertad con cargos.
Con un desenlace digno de una película de suspense, los atracadores enfrentan ahora las consecuencias de sus acciones. La rápida actuación de la Guardia Civil ha permitido recuperar parte del botín, así como desmantelar una peligrosa banda de criminales que aterrorizaba a los habitantes de Morata de Tajuña. La comunidad local puede respirar tranquila sabiendo que la justicia ha sido servida.