Los colegios de la Comunidad de Madrid se preparan para implementar la jornada partida a partir del curso 2025-2026, una medida que ha generado opiniones diversas entre los padres, profesores y la comunidad educativa en general. Mientras algunos ven beneficios en esta nueva modalidad, otros expresan preocupaciones sobre la falta de recursos y posibles repercusiones negativas en el sistema educativo.
Opiniones divididas entre padres y profesores
Por un lado, los padres reciben con agrado la noticia de que sus hijos saldrán más tarde de los colegios, ya que esto facilitará la conciliación familiar y se considera que puede tener un impacto positivo en el desarrollo de los alumnos. Sin embargo, desde el profesorado se señala que el sistema educativo ya enfrenta deficiencias en recursos, y que esta medida podría ser utilizada para enmascarar los problemas existentes al inicio del año escolar.
Según datos de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades, aproximadamente el 80% de los colegios públicos en la Comunidad de Madrid actualmente tienen jornada intensiva, mientras que solo el 20% mantiene el horario partido. Este cambio hacia la jornada partida se ha acelerado durante la pandemia, y ahora el Gobierno regional busca equilibrar la distribución de centros con el objetivo de favorecer la conciliación familiar.
Beneficios de la jornada partida
Desde la Federación de Asociaciones de Madrid y Padres Francisco Giner de los Ríos se destaca que un mayor tiempo escolar distribuido de manera más equitativa puede contribuir positivamente al desarrollo integral de los estudiantes, tanto en términos académicos como en su bienestar físico y emocional. Reducir el abandono escolar, fortalecer los lazos familiares y elevar el nivel educativo son algunos de los argumentos a favor de esta modificación en el modelo educativo.
Además, distribuir el horario lectivo de forma más eficiente en las mañanas y tardes se percibe como una medida que puede tener un impacto positivo en la formación de los alumnos, al tiempo que evita que los menores queden desatendidos en las tardes mientras sus padres trabajan. La propuesta incluye también la extensión de la jornada partida a 1º y 2º de la ESO, lo que permitiría a los estudiantes hacer uso del servicio de comedor y beneficiarse de la beca correspondiente hasta llegar a 3º de la ESO.
Desafíos y críticas
Sin embargo, la medida sobre la jornada partida ha generado descontento entre los sindicatos de profesores, quienes consideran que la propuesta no aborda los problemas estructurales que enfrenta el sistema educativo madrileño. La secretaria general de Comisiones Obreras (CC OO), Isabel Galvín, señala que la medida podría estar desviando la atención de asuntos urgentes como la falta de recursos humanos, deficiencias en la infraestructura escolar y problemas con la provisión de material educativo.
En este sentido, los sindicatos demandan una mayor atención a la reducción del horario lectivo y la asignación de recursos para la atención personalizada de los estudiantes. La falta de diálogo y consulta con los docentes por parte del Gobierno regional ha sido criticada, con la percepción de que se están cambiando las reglas del juego sin tener en cuenta las opiniones de los profesionales de la educación.
En resumen, la implementación de la jornada partida en los colegios de la Comunidad de Madrid plantea desafíos y oportunidades para mejorar el sistema educativo. Mientras que algunos sectores la ven como una medida positiva para favorecer la conciliación y el desarrollo integral de los alumnos, otros la cuestionan por la falta de recursos y la ausencia de un diálogo efectivo con los profesionales de la educación. La discusión continúa abierta, y será necesario abordar las preocupaciones y desafíos planteados para lograr una implementación exitosa y beneficiosa para toda la comunidad educativa.