Más de cien feligreses de la Comunidad de Madrid emprendieron una peregrinación a Italia en medio de la preocupación por la salud del Papa Francisco, quien se encontraba hospitalizado. Desde el aeropuerto de Barajas, partieron en busca de una experiencia espiritual única, manteniendo al Pontífice en sus pensamientos y oraciones a lo largo del viaje.
Un Viaje de Fe y Esperanza en Tiempos Inciertos
Durante cuatro días, este grupo de madrileños recorrió varias ciudades italianas, desde Venecia hasta Pisa, deteniéndose en lugares emblemáticos y de gran significado religioso. La peregrinación estuvo marcada por momentos de profunda emoción, como la celebración de la Eucaristía en la cripta de la catedral de Venecia, donde reposan los restos del Evangelista San Marcos.
El sacerdote Borja Langdon, quien acompañaba a un grupo de feligreses de su parroquia en Arganda del Rey, compartió la importancia de este momento: «Fue un momento muy emocionante, porque la tradición cristiana dice que allí reposan los restos del Evangelista. La figura de San Marcos es interesante: no conoció personalmente al Señor, pero gracias al testimonio de algunos apóstoles con los que convivió, pudo escribir el evangelio en un estilo directo y sencillo para que los alejados pudieran conocer mejor a Jesús».
Renovando la Fe en Asís y Llegada a Roma
Tras visitar ciudades como Padua y Florencia, los peregrinos llegaron a Asís, ciudad de San Francisco y de Santa Clara. Allí, los matrimonios presentes tuvieron la oportunidad de renovar sus promesas matrimoniales, incluyendo a Inés y Juan Manuel, quienes llevan cuarenta años de casados. Para ellos, esta experiencia fue especial y significativa, compartiendo un momento de renovación y oración por la paz en sus vidas matrimoniales.
El obispo de Alcalá de Henares reflexionó sobre la figura de San Francisco de Asís y la importancia de seguir su ejemplo de humildad, pobreza y identificación con Cristo crucificado y resucitado. Para él, Asís representa un lugar de profunda espiritualidad y renovación para la Iglesia.
Finalmente, la peregrinación llegó a su destino final: Roma. Allí, los feligreses continuarán explorando los lugares más emblemáticos de la Ciudad Eterna, manteniendo al Papa Francisco en sus pensamientos y oraciones diarias. Después de la cena, varios de los peregrinos se unieron en la plaza de San Pedro para rezar el rosario junto al Pontífice, demostrando su apoyo y solidaridad en estos tiempos de incertidumbre.
En los próximos meses, muchas diócesis de toda España planificarán peregrinaciones para ganar el Jubileo en la puerta santa de la basílica vaticana, continuando así la tradición de fe y esperanza que une a los creyentes en momentos de adversidad.