Carla Maronda aprende a caminar después de perder sus piernas y brazos debido a una infección bacteriana. Ha pasado por un proceso de adaptación con sus primeras prótesis ortopédicas provisionales, que le han permitido recuperar parte de su autonomía. A pesar de que el proceso ha sido doloroso y desafiante, Carla está agradecida por la oportunidad de volver a caminar.
Las prótesis ortopédicas definitivas son costosas, con un precio de 11.000 euros cada una. Sin embargo, Carla reconoce que son una herramienta invaluable que le permitirá llevar una vida más independiente. Aunque todavía enfrenta desafíos, como la necesidad de prótesis para sus manos, está decidida a seguir adelante y adaptarse a su nueva realidad.
Además de su propio proceso de recuperación, Carla ha fundado la asociación ‘Tus manos son mis manos’ para ayudar a otras personas que se encuentran en situaciones similares. A través de esta asociación, busca recaudar fondos y brindar apoyo emocional y financiero a quienes lo necesitan. Su objetivo es demostrar que, a pesar de las dificultades, no están solos y que juntos pueden superar cualquier obstáculo.
Carla ha demostrado una increíble fuerza y determinación en su viaje hacia la recuperación. A pesar de los desafíos financieros y emocionales que enfrenta, sigue adelante con valentía y optimismo. Su historia es un recordatorio poderoso de la importancia de la resiliencia y el apoyo mutuo en tiempos de adversidad.