¡Vamos a darle un toquecito a esta noticia, colegas!
La instrucción del Ministerio del Interior para que no se registren coches donde se esté consumiendo droga ha causado revuelo. ¿En serio? ¿Qué onda con eso? ¿Dejar que la Policía vea drogas y no haga nada al respecto? ¿Qué clase de mensaje estamos mandando como país, en serio? Es como si nos pidieran que nos hagamos los ciegos mientras todo se va al garete. ¡Qué locura!
En Leganés, no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. La seguridad de nuestros vecinos es sagrada, no se discute, ni se delega. Se defiende con uñas y dientes. Pero parece que desde los despachos no lo entienden así. Nos quieren hacer creer que lo normal es lo anormal. Que ver droga en la calle o en un coche no es razón suficiente para actuar. Pues yo les digo que no. No voy a aceptar esa absurda idea. Y no soy el único, varios alcaldes también se están uniendo a esta preocupación.
¿Qué onda con dejar que la ley se convierta en papel mojado? ¡No, gracias! Los vecinos de Leganés merecen vivir en paz, en un ambiente limpio y seguro. No en un lugar donde el olor a marihuana sea lo normal. Desde que soy alcalde, he dejado claro que sin normas no hay convivencia. ¡Y punto! Por eso hemos reforzado la colaboración entre la Policía Local y Nacional. Pero si nos quitan la autoridad para actuar, todo ese esfuerzo se va al traste. ¡Qué desastre!
La asociación de la Guardia Civil ha llevado esta instrucción ante la Audiencia Nacional. Y con razón, ¿verdad? ¡Qué locura! ¿Dónde queda la igualdad entre españoles si en una comunidad se puede intervenir y en otra no? Los agentes están hasta la coronilla. ¿Qué confianza podemos tener en las instituciones si la impunidad se convierte en norma? ¡Vaya lío!
Así que desde Leganés, le digo al Ministerio del Interior: rectifiquen, escuchen a los agentes, a los alcaldes, a los vecinos. Esta medida no se aguanta, ni jurídica ni moralmente. No podemos tener leyes diferentes dependiendo de dónde estés aparcado. Y a todos los vecinos de Leganés, y a los que sienten que algo se está rompiendo, les digo que no están solos. Yo seguiré luchando por cada calle, por cada plaza, por cada derecho. Porque aquí manda la gente que trabaja, educa, cuida y sueña. Y yo, como alcalde, estaré siempre a su lado. ¡Fuerza!