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Dos vecinos de El Hierro (Canarias) observan a los inmigrantes llegados en un cayuco el pasado 31 de agosto. La llegada al pueblo sevillano de Alcalá de Guadaíra (75.000 habitantes) de 85 solicitantes de asilo que huyen de la guerra en Malí ha desatado esta semana una campaña de odio, insultos e incitación a la violencia en los colectores de las redes sociales. “Habría que ahorcarla”, llega a publicar una usuaria entre decenas de mensajes vejatorios, machistas y amenazantes contra la alcaldesa, la socialista Ana Isabel Jiménez, quien ha pedido “responsabilidad” a los vecinos.

La xenofobia, fundamentada en mentiras y tergiversaciones, alimenta los canales ávidos de tráfico, polémica, datos y del dinero que conllevan. Dos investigaciones intentan poner diques contra la avalancha de lodo digital: una del JRC europeo señala que es más eficaz desmentir que prevenir y otra, que publica este jueves Science, defiende que el diálogo con una máquina de inteligencia artificial (IA) puede ayudar a combatir la desinformación y manipulación.

¿La inmigración aumenta la criminalidad? La IA responde: “No, al contrario”. El chat de inteligencia artificial entrenado específicamente para combatir teorías conspirativas y bulos (Debunkbot.com), desarrollado por investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y la Universidad de Cornell, ya está operativo y puede responder en español, aunque la interfaz sea en inglés. Ante la pregunta sobre la relación de migración y criminalidad, responde con empatía primero (agradece la cuestión y entiende que es un asunto de actualidad) para, de inmediato, “ofrecer información que podría aportar un punto de vista diferente”.

“Múltiples estudios [en la versión en español cita a Journal of Ethnicity in Criminal Justice] han demostrado consistentemente que los inmigrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos que los ciudadanos nativos. Por ejemplo, el Instituto Cato, que lleva a cabo investigaciones no partidistas, descubrió que tanto los inmigrantes legales [documentados] como los ilegales [indocumentados] tienen tasas de encarcelamiento muy inferiores a las de los estadounidenses nativos”.

Y añade: “Además, los datos de criminalidad del FBI indican que las áreas con un mayor número de inmigrantes, a menudo, experimentan una disminución o estabilización en las tasas de criminalidad, en lugar de un aumento. Esto puede parecer contradictorio al principio, pero una posible explicación es que los inmigrantes, a menudo, contribuyen al crecimiento económico, inician nuevos negocios y aumentan la vitalidad de las comunidades, lo que puede conducir a tasas de criminalidad más bajas”.

El diálogo es más complejo y largo, pero la máquina no desfallece y responde con datos a cada prejuicio. Los bulos, falsedades que se difunden, independientemente de si hay intención de engañar (misinformation), y la información sesgada intencionadamente con la intención de manipular (desinformación) están, según el Foro Económico Mundial, entre las mayores amenazas globales. También lo piensan el cofundador de Microsoft Bill Gates, que ve especialmente vulnerables a los jóvenes, o el panel de expertos de decenas de universidades e instituciones que firma el informe sobre ética de la inteligencia artificial (IA) para Google DeepMind, donde se advierte de que esta herramienta puede ser un arma que potencie la creación y difusión de mentiras.