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La berrea y la ronca: el fascinante espectáculo sonoro de la naturaleza

Con la llegada del otoño y el descenso de las temperaturas, comienza un magnífico espectáculo en los montes madrileños: la época de celo de los ciervos, conocida popularmente como la berrea. Según Susana Vega, coordinadora del Centro de Interpretación de la Naturaleza de Montecarmelo, este proceso biológico no tiene fechas fijas, pero estadísticamente se puede predecir que ocurre al finalizar el verano, con el descenso de las temperaturas y la llegada de las primeras lluvias. Estos cambios provocan el celo en las hembras, marcando así el inicio del proceso reproductivo de los cérvidos y los gamos.

Aunque en el refranero español se dice «con la primavera la sangre altera», en el mundo de los ciervos y los gamos, los amores llegan con el inicio del otoño. Esta época, conocida coloquialmente como ‘berrea’ y ‘ronquido’, es una demostración de las habilidades de conquista de los machos, que hacen todo lo posible para destacar entre el resto de sementales y cortejar a las hembras de su especie.

La berrea (ciervos) y la ronca (gamos) son procesos muy similares. Todo comienza con el celo de las hembras, momento en el cual los machos, que suelen vivir de forma separada, comienzan a reunir a tantas hembras como les sea posible, formando sus propios harenes. El objetivo es reproducirse con el mayor número de hembras posible de la reunión que han logrado conseguir.

Para lograr este ‘harén’, los machos emiten bramidos o berridos que sirven para llamar la atención de las hembras y evitar que otros machos se acerquen, permitiendo que el macho dominante se reproduzca con la mayoría de hembras. Estos sonidos desgarradores se pueden escuchar a varios kilómetros de distancia.

En ocasiones, varios machos pueden optar por el mismo grupo de hembras, lo que puede resultar en luchas entre los ejemplares. Estas luchas, caracterizadas por el enganche de los cuernos, son conocidas por todos a través de las típicas fotos de ciervos en combate, aunque no son el primer paso del cortejo, según Vega.

Una vez finalizado este proceso, los machos vuelven a separarse y las hembras regresan a su organización habitual junto a otras ciervas y sus crías, esperando la primavera para el nacimiento de nuevos cervatillos. El ritual de apareamiento de los gamos es similar y también suele ocurrir en estas fechas, con un sonido más gutural conocido como la ronca o el ronquido, menos audible a largas distancias.

Para disfrutar de este fenómeno biológico, el momento más propicio es al atardecer o al anochecer. Por ello, es importante seguir las rutas adecuadas para no perderse en el monte. El Centro de Interpretación de la Naturaleza de Montecarmelo organiza rutas y sendas para conocer en profundidad este espectáculo durante los fines de semana de forma gratuita.

Una actividad que comienza este domingo y se extenderá hasta el mes de octubre, para dar cabida a la lista de espera existente y a futuras inscripciones. Desde el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Montecarmelo se puede obtener información a través del teléfono (917 35 96 34) y el correo electrónico (cinmontecarmelo@yahoo.com), donde también se pueden realizar inscripciones.

¿En qué consiste la actividad?

El objetivo del Centro de Interpretación de la Naturaleza de Montecarmelo es proporcionar los conocimientos necesarios para acercarse a la berrea de los ciervos y la ronca de los gamos, y facilitar las herramientas para que los participantes se aventuren a recorrer el lugar y disfrutar de la experiencia. Se realizan rutas por el acceso público del monte El Pardo, donde los monitores utilizan láminas didácticas y sonidos grabados en el terreno.

Los participantes se dividen en dos grupos: familias con menores a partir de seis años y adultos y menores a partir de 13 años. Se utilizan diferentes materiales para transmitir los conocimientos, incluyendo juegos para los más pequeños, con el objetivo de despertar su interés por la naturaleza.

Es importante acudir a ver este proceso biológico de manera respetuosa, evitando hacer ruido y utilizando luces tenues para no asustar a los animales. Es crucial respetar a estos seres silvestres, ya que de ellos depende la reproducción de la especie.

Lugares para disfrutar de la berrea y la ronca

Además de la ruta ofrecida por el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Montecarmelo, existen otras opciones para disfrutar de la berrea y la ronca en el monte de El Pardo. Algunas de ellas son:

– El cristo de El Pardo: un lugar donde se puede escuchar la berrea y a veces contemplar algunos ejemplares que suelen acercarse a la valla. Aquí también se puede visitar la iglesia de los Padres Capuchinos.

– El Torreón: una zona donde se puede pasear libremente por el monte de El Pardo y disfrutar de la naturaleza.

– Senda fluvial del Manzanares: una ruta de unos 12 km que conecta el área recreativa Somontes con el Merendero de El Pardo, en la Colonia de Mingorrubio.

– Miradores de Valpalomero y Desaguadero: la senda de Valpalomero es un recorrido de cinco kilómetros que comienza en la carretera de Somontes al Palacio de La Quinta, mientras que la ruta del Desaguadero es de tres kilómetros.

Existen otras opciones y empresas que ofrecen la posibilidad de presenciar este fenómeno biológico, como la Central de Reservas Sierra de Guadarrama. Para más información sobre estos ejemplares y cómo realizar la ruta, se puede contactar con ellos a través de su página web: https://sierradelguadarrama.com/