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La espera interminable: 4 años desde la ‘cumbre de las banderas’ y 1.167 días de incertidumbre

Ha pasado un lustro desde aquel hito en la política nacional que marcó un antes y un después en la relación entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid. El 21 de septiembre de 2020 tuvo lugar la famosa cumbre de las banderas, un encuentro crucial entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso que desencadenó una profunda ruptura entre Moncloa y Sol. Esta reunión fue la primera de las dos bilaterales que han mantenido ambos líderes desde que Ayuso asumiera la presidencia regional en 2019. A pesar de los conflictos previos, estos dos encuentros hoy se convierten en argumento para que el Gobierno madrileño exija a Sánchez un orden del día antes de confirmar la asistencia de Ayuso a la ronda de reuniones con presidentes autonómicos que inicia este viernes.

La importancia de un orden del día para Ayuso

La principal diferencia que enfrenta Ayuso ahora antes de decidir si participará en las reuniones es la exigencia de un orden del día pactado previamente, algo que se hizo en las dos citas anteriores. Mientras se espera que el resto de presidentes autonómicos, incluidos los del Partido Popular, asistan a esta serie de encuentros, la incertidumbre rodea la participación de Ayuso. Cuatro años han pasado desde la primera reunión en Sol y más de tres desde la última en Moncloa, lo que ha ampliado la brecha entre el Gobierno central y el territorial.

Las cumbres anteriores y la importancia del orden del día

Ambas reuniones bilaterales entre Sánchez y Ayuso estuvieron marcadas por la compleja gestión de la pandemia, pero siempre hubo contactos previos para definir el orden del día. La primera cita en Sol se llevó a cabo en medio de tensiones crecientes entre ambas administraciones debido a los diferentes enfoques en la desescalada y la apertura gradual de restricciones. A pesar de las 24 banderas desplegadas por Moncloa, intentando simbolizar un clima de entendimiento, las diferencias se agudizaron, y meses más tarde Ciudadanos se alió con el PSOE para derrocar al gobierno en Murcia, lo que afectó la confianza de los populares a nivel nacional.

Después de las elecciones en 2021, Ayuso visitó Moncloa por única vez para reunirse con Sánchez, y nuevamente surgieron desacuerdos, especialmente en torno a la política territorial. Ayuso acusó a Sánchez de estar creando una España desconocida y no solicitada, criticando sus decisiones que, según ella, conducían a una ruptura con el orden constitucional. Este tono contundente resuena aún hoy ante la posibilidad de una nueva reunión bilateral entre ambos líderes.

La postura de Ayuso ante las próximas reuniones

La presidenta madrileña ha expresado su escepticismo sobre la utilidad de estas reuniones, calificándolas de «pantomima» y reiterando su necesidad de un orden del día previo para confirmar su asistencia. A pesar de la hostilidad entre ambos gabinetes, Ayuso aboga por mantener cierta normalidad y no romper los puentes entre el Gobierno central y el regional. Sin embargo, no ha confirmado si asistirá a la convocatoria si no se establece un orden del día previamente.

La incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid sigue latente, con el recuerdo de las cumbres pasadas y la exigencia de un orden del día como requisito indispensable para la presidenta madrileña. Mientras tanto, el resto de presidentes autonómicos se preparan para las reuniones que iniciarán este viernes, a la espera de la decisión final de Ayuso.