Jesús Pradales, autor confeso del crimen de Juana Canal, ha brindado su versión de los hechos durante el juicio que se lleva a cabo en la Audiencia Provincial de Madrid. Según Pradales, la discusión que terminó en tragedia comenzó como tantas otras, debido al problema de alcoholismo de Juana. Pradales explicó que intentó apartar a Juana mientras ella lo agredía, y que fue en ese momento que ocurrió el fatal desenlace.
El acusado relató que la noche del 22 al 23 de febrero de 2003, luego de una acalorada discusión, Juana comenzó a golpearlo. Pradales afirmó que ella era agresiva y violenta, pero que él había decidido quedarse a su lado a pesar de todo. En un momento de la pelea, Juana tomó las llaves del coche, su móvil, su reloj y 600 euros, amenazando con tirarlos por el inodoro.
Pradales mencionó que en un intento por apartar a Juana, extendió su brazo derecho, y en ese momento escuchó un golpe seco. Al buscarla, se encontró con la impactante escena de Juana sin vida en el suelo. Lleno de pánico, Pradales admitió que decidió deshacerse del cuerpo descuartizándolo y colocando los restos en dos maletas.
Después de cometer el crimen, Pradales confesó que se sintió aterrorizado y buscó desesperadamente una solución. Finalmente, decidió enterrar los restos en una finca familiar en Ávila. A pesar de sus acciones, Pradales aseguró que todavía no puede creer lo que hizo y pidió perdón a la familia de la víctima.
Durante el juicio, la Fiscalía solicitó 15 años de cárcel para Pradales por homicidio, argumentando que golpeó a Juana con la intención de matarla. A pesar de la falta de pruebas contundentes debido al tiempo transcurrido desde el crimen, la Fiscalía señaló la actitud de Pradales de ocultar el crimen durante años como un factor determinante.
Por su parte, el abogado de la familia de Juana pidió también 15 años de prisión por homicidio intencionado con agravante de género. Aunque reconoció la falta de pruebas concretas, el abogado destacó la importancia de hacer justicia en un caso de violencia de género que había sido ignorado durante años.
En un giro inesperado, Pradales reveló que intentó encubrir el crimen dejando una nota falsa y buscando un parte de lesiones en un hospital. Sin embargo, sus acciones lo llevaron a cometer un acto atroz que aún lo atormenta.
A lo largo de los años, Juana Canal ha sido recordada como una víctima de la violencia de género, una situación que lamentablemente no fue reconocida en su momento debido a la falta de leyes al respecto. La familia de Juana espera que este juicio finalmente haga justicia y ponga fin a la larga espera por respuestas.
En conclusión, el caso de Jesús Pradales y Juana Canal es un recordatorio de las consecuencias devastadoras de la violencia doméstica y la importancia de abordar seriamente este problema en la sociedad. La verdad detrás de la muerte de Juana ha salido a la luz después de años de incertidumbre, y ahora es responsabilidad de la justicia garantizar que se haga justicia en su nombre.