news-14092024-053106

El Hospital Costa del Sol compartió recientemente datos sobre la Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida ‘UPII Cicerón’, un proyecto que ha atendido a 355 pacientes por intento de suicidio en el último año, lo que equivale a casi una persona al día. Esta unidad ha brindado apoyo a 673 personas en riesgo de suicidio y a sus familias desde su inauguración hace seis años, con una tasa de recaída del 6.2% y menos del 2% requiriendo hospitalización.

El responsable de la Unidad Cicerón, Miguel Guerrero, será asesor del Gobierno central en la creación del Plan Nacional de Prevención del Suicidio. Este proyecto requiere financiación para mejorar la formación de profesionales y aumentar el número de plazas de formación. El jefe de la Unidad de Salud Mental del Hospital Cínico, Javier Romero, destacó la importancia de abordar las raíces culturales del suicidio y la necesidad de modificar aspectos culturales y sociales para prevenirlo.

En cuanto a las cifras, el 69.7% de los pacientes atendidos en la unidad lo fueron después de un intento de suicidio, el 26.4% por ideas suicidas y el 3.9% eran supervivientes de suicidio en riesgo. La mayoría de las atenciones provienen de urgencias hospitalarias y el 68% de los pacientes son mujeres, con una edad promedio de 39 años. Sin embargo, la mayoría de los intentos de suicidio graves corresponden a hombres entre 40 y 55 años.

Es fundamental abordar el tema del suicidio desde una perspectiva integral que incluya no solo la intervención clínica, sino también la modificación de aspectos culturales y sociales. Los medios de comunicación juegan un papel crucial en la prevención del suicidio al generar conciencia, desmitificar el tema y difundir recursos de ayuda.

En Marbella, como en muchas otras comunidades, la prevención del suicidio requiere un enfoque multidisciplinario que aborde no solo los aspectos clínicos, sino también los culturales y sociales. Es necesario invertir en la formación de profesionales y en la creación de espacios seguros para aquellos en riesgo de suicidio. La Unidad Cicerón es un ejemplo de cómo la colaboración entre instituciones puede marcar la diferencia en la prevención del suicidio y el apoyo a quienes lo necesitan.