La red ferroviaria se ha visto afectada por dos incidentes que han causado caos y retrasos en el servicio. Primero, un tren sin pasajeros descarriló en un túnel entre Chamartín y Atocha, dejando a dos trabajadores de mantenimiento heridos leves. La compañía Renfe ha informado que el incidente se debió a una salida de eje en la unidad de cola de un material vacío durante una maniobra. Esto ha afectado especialmente al tráfico ferroviario de AVE que conecta Madrid con el este del país.
El segundo incidente ocurrió cuando una persona amenazaba con invadir las vías desde una pasarela en la estación de Atocha. Esto provocó que Renfe suspendiera la circulación con origen y destino Atocha, cortando la tensión y activando el protocolo de emergencia. Los trenes AVO, Avlo, Avant y las líneas de cercanías C3, C4, C5 y C7 se vieron afectados por esta situación, con cientos de pasajeros atrapados en los vagones y en la estación abarrotada.
Afortunadamente, la persona que amenazaba con invadir las vías fue detenida y evacuada, permitiendo que se restableciera la circulación de trenes de Alta Velocidad, Larga y Media Distancia y Cercanías, aunque con demoras. Renfe ha informado que se ha restablecido la tensión eléctrica y se han reanudado los servicios entre Atocha-Gavilanes, Atocha-Madrid Sur y en Atocha Cercanías. Adif mantendrá la estación de Atocha abierta toda la noche para agilizar la salida de los trenes afectados.
Además, por la mañana, los trenes de la línea C4a y C4b de Cercanías con origen y destino Parla sufrieron demoras y detenciones debido al arrollamiento de una persona en la estación de Getafe Centro. Este tipo de incidentes han sido frecuentes a lo largo del año, con más de 665 registrados en Cercanías, lo que representa casi tres incidentes al día. El Gobierno regional ha tenido que reforzar sus sistemas de transporte público para hacer frente a esta demanda, con una inversión de 20 millones de euros en 2023, lo que equivale a 15 euros por persona y hora.