Las deliciosas recetas de casquería en Madrid han sido desde tiempos inmemoriales un tema de debate y pasión en el mundo culinario. A pesar de que para algunos la casquería puede ser considerada un manjar exquisito que evoca tradición y sabor, para otros puede representar un vestigio culinario desafiante para los paladares modernos. Sin embargo, es innegable que las vísceras y otras partes menos convencionales del animal han desempeñado un papel fundamental en la alimentación humana a lo largo de la historia.
En el corazón de Madrid, La Barra de la Tasquería es un lugar donde se rinde homenaje a la casquería de una manera única y deliciosa. Aquí, el inefable bikini, la lengua curada y ahumada, y el queso comté se alzan como protagonistas en un tablero gastronómico lleno de sorpresas y sabores inigualables. El término «casquería» engloba una amplia variedad de despojos animales, desde callos hasta criadillas, que han sido reivindicados y reinventados en este templo culinario.
El chef Javi Estévez, discípulo de los precursores indiscutibles de la casquería en Madrid, como Abraham García y Julio Reoyo, ha sabido llevar la cocina bizarra a nuevas alturas, combinando a la perfección la tradición con toques contemporáneos. Su enfoque en rescatar recetas tradicionales como los callos a la madrileña o los zarajos conquenses, demuestra que la casquería puede ser tan exquisita y sofisticada como cualquier otra carne noble.
Bajo el amparo de la Barra de la Tasquería, los comensales pueden deleitarse con platos tan tentadores como la croqueta de jamón, el mini brioche de steak tartar con foie en escabeche rallado, o las pochas con carrillera. Sin embargo, la verdadera estrella del espectáculo son las mollejas, el seso con mantequilla negra y alcaparras, y la manita deshuesada rellena de carrillera, papada, foie gras y salsa de callos, que despiertan los sentidos y conquistan los paladares más exigentes.
La atmósfera de La Barra de la Tasquería se ve enriquecida por la presencia de camareros empáticos y expertos enólogos como Joaquín García Garrido, que guían a los comensales en un viaje de sabores y sensaciones a través de la extensa bodega del lugar. El toque final dulce lo ponen el flan de huevo y la tarta de higo, que cierran con broche de oro una experiencia gastronómica inolvidable.
En un contexto donde la gastronomía se ve invadida por opciones cada vez más sofisticadas y novedosas, La Barra de la Tasquería se erige como un refugio para los amantes de la casquería y los sabores auténticos. Con una puntuación media de 8 en cocina, sala, bodega y felicidad, y un precio medio de 60 euros, este rincón de Madrid se consolida como la oficina de guardia de los casqueros, donde la tradición, la creatividad y la cercanía se fusionan para crear una experiencia culinaria única y reconfortante.