En los pasillos del Palacio de Cibeles, ayer había quien reconocía cierta sorpresa por lo que debería ser algo normal. «Parece que el Pleno ha recuperado algo de calma», era la reflexión en voz alta de alguien que, lógicamente, no olvidaba el accidentado arranque del curso pasado, con la célebre caricia del socialista Daniel Viondi al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en el día del estreno (menudo debut) de Reyes Maroto como portavoz municipal del PSOE. Fruto de aquella algarada, por cierto, estaba ayer sentada en uno de los sillones del gran Salón del Consistorio la joven María Caso. «No había Gobierno en España y el retrato político en aquel momento era muy áspero», añadían durante esa simbólica apertura del curso en el Ayuntamiento de Madrid, tras un verano que nada tuvo que ver con el de 2023, donde los rescoldos de las elecciones generales cambiaron a todos el humor y el paso.
##Desacuerdo en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid
Y entre aquellos susurros sobre Bildu, Junts, la amnistía y Pedro Sánchez, concejal en los tiempos de la Casa de la Villa y, ayer, protagonista (como en tantas otras sesiones) de muchos de los debates, transcurrió el otoño hasta que el PSOE y Más Madrid confluyeron en el Gobierno de coalición. Con Mónica García (Sumar), cabeza visible de la formación madrileña, recibiendo la cartera de Sanidad. Con Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, sentándose sin complejos con Almeida para desentumecer por Navidad la operación Campamento. Valga esta mirada por el retrovisor, como contexto de lo que sucedió en torno al epígrafe más trascendental de los 53 que fueron tratados en ese Pleno inaugural de la temporada lectiva en Cibeles. Ese punto destapó la primera gran brecha entre las dos izquierdas de la capital. Una fractura, además, cuyo eco alcanzó también el Consejo de Ministros.
Tras 35 años de resbalones y pasos atrás, ayer salió adelante esa esperada operación Campamento. Lo hizo con los votos del PP (suficientes por su mayoría absoluta), también los de Vox y, por supuesto, con los del PSOE, que no dudó en ondear en todo momento el asunto como una victoria personal de Pedro Sánchez. Del Gobierno de España o, al menos, de una parte de este. «Hoy es un día muy importante porque se da cumplimiento a una promesa de Pedro Sánchez que llevaba encallada décadas», avanzaba el concejal Antonio Giraldo, antes de lanzarse al ataque contra la postura del principal partido de la oposición: «Me ha dolido que voten en contra porque esto no es una promotora. No es como el plan con Pryconsa en Carabanchel. O como el proyecto de Mahou-Calderón. O como el de La Peineta que ustedes aprobaron cuando estaban en el Gobierno…». Y abundaba en su queja: «Estar en contra de todo no soluciona nada, creemos que es una oportunidad única. Era ahora o nunca».
##Polémica en torno a la Operación Campamento
Por eso, en el flanco del Partido Popular había quien reclamaba unas palomitas, ya que era la primera vez que presenciaban un distanciamiento de semejante magnitud entre ambas fuerzas. «No comparto el voto negativo de Más Madrid. O era hoy o no se haría nunca», pronunciaba Reyes Maroto, que aprovechó para sacar de nuevo la cara por el Presidente del Gobierno: «Con esto se desmantelan las mentiras sobre Pedro Sánchez para con Madrid». Desde la grada del Consistorio madrileño contemplaban la escena los representantes de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), propietaria de esa gigantesca superficie de más de dos millones de metros cuadrados que un día fueron cuarteles del ejército. Allí está prevista la construcción de 10.700 viviendas, de las que 7.000 arrancarán con algún tipo de protección. A finales del próximo año (o principios de 2026) está previsto que puedan iniciarse las obras.
Duelo por liderar la izquierda No fue ninguna sorpresa el voto en contra de Rita Maestre, pues lo habían dejado claro con antelación. Sin embargo, dibujó una suerte de desgarro en la izquierda madrileña, que habitualmente había ido de la mano en cuestiones municipales. Que siempre había encontrado coartada común para los planes de Almeida. Este, claro está, era un asunto bien distinto, con intereses bien distintos. «Lo defino como una oportunidad perdida porque no hay mayor reto que acceder a una vivienda en este país. El modelo que se aprueba hoy es un modelo fracasado», argumentaba la líder de la oposición, que introducía en la ecuación a su hija: «Cuando mi hija haya terminado el instituto no tendrá acceso a esa vivienda de alquiler, ya que sólo quedará un 7%. Hay que blindar el suelo público».
El encontronazo, más allá de las aristas a nivel nacional, tiene también una lectura local. Y es que, según el último sondeo conocido, realizado por el PP en el ecuador de mayo, el PSOE superaría en intención de voto a Más Madrid, en cifras muy parecidas a las de Vox. De ahí que las sendas políticas puedan separarse en el futuro en más de una ocasión.
##Conclusiones sobre la Operación Campamento
«Hemos asistido al enfrentamiento entre los dos socios del Gobierno de España. El PSOE ha defendido la operación Campamento y Más Madrid la ha criticado de manera muy dura. La izquierda tiene que entender que los madrileños no les comprendan cuando se enfrentan entre ellos», comentaba con acidez Almeida, introduciendo el dedo en esa herida que ayer se abrió. La chispa más llamativa de un Pleno que, según dicen los más versados en estas cuestiones, parece haber recuperado la calma. Eso, en cualquier caso, aún está por ver.