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La Guardia Civil ha llevado a cabo una importante operación denominada «SMS BANK», la cual ha permitido desmantelar una red de estafadores bancarios compuesta por 40 jóvenes arrestados. Estos individuos, con edades comprendidas entre los 22 y los 29 años, se enfrentan a cargos por pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y estafa tecnológica.

La sofisticada operativa de esta organización criminal se caracterizaba por rigurosas medidas de seguridad en sus dispositivos, lo que dificultaba su detección. A pesar de ello, se logró esclarecer más de un centenar de delitos en más de 40 entidades bancarias distintas y se recuperó gran parte del dinero defraudado a los clientes afectados.

Los presuntos estafadores utilizaban métodos como el «Spoofing» y el «Smishing» para engañar a sus víctimas. Enviaban mensajes SMS masivos alertando sobre supuestas brechas de seguridad en cuentas bancarias, para luego contactar a las personas por teléfono haciéndose pasar por empleados del banco y así obtener sus credenciales y desviar fondos a favor de la organización a través de la banca digital.

Además, los miembros de esta red tenían la capacidad de simular llamadas telefónicas desde la entidad bancaria, lo que les permitía obtener códigos de verificación de las víctimas para confirmar transacciones fraudulentas. De esta manera, lograban acceder a las cuentas bancarias online de los perjudicados para realizar transferencias, contratar préstamos y defraudar cantidades que oscilaban entre los 200 euros y los 90.000 euros.

Modus Operandi

Antes de llevar a cabo las estafas informáticas en todo el territorio nacional, el líder de la organización accedía a los datos de los clientes mediante la explotación de vulnerabilidades en las entidades bancarias. Posteriormente, compartía esta información con otros miembros del grupo para facilitar el engaño a las víctimas.

La organización utilizaba servicios avanzados en la nube para operar de forma remota, almacenar datos en la web y ejecutar programas desde cualquier lugar con acceso a internet. Asimismo, creaban páginas web fraudulentas, enviaban mensajes de texto masivos y realizaban llamadas repetidas para llevar a cabo sus estafas.

Efectos Intervenidos y Embargos Preventivos

Durante las investigaciones, se descubrió que los implicados habían acumulado un patrimonio valorado en más de 800.000 euros y obtenido fondos por un total de 1.400.000 euros entre los años 2019 y 2023. Asimismo, se identificaron 43 cuentas bancarias y más de 200 billeteras de criptomonedas vinculadas a la red de estafadores.

El embargo y bloqueo preventivo de los bienes de todos los implicados, así como la suspensión de actividad de dos personas jurídicas, fueron decretados por la Autoridad Judicial. Durante los registros realizados en el Campo de Gibraltar, se incautaron diversos efectos relacionados con las actividades delictivas de la organización criminal.

Entre los efectos intervenidos se encuentran un vehículo de alta gama, un cultivo indoor con plantas de marihuana y tabaco ilegales, una importante suma de dinero en efectivo, una moto acuática, un dron de alta tecnología, dispositivos informáticos de última generación, tarjetas SIM vinculadas a estafas informáticas, relojes de lujo, objetos y armas utilizadas para fines delictivos.

La operación continúa abierta mientras se investigan las evidencias vinculadas a las actividades delictivas y se evalúa la posibilidad de realizar nuevas detenciones. La colaboración con EUROPOL ha sido fundamental para identificar a los principales sospechosos vinculados a cuentas bancarias en varios países europeos.

En resumen, la desarticulación de esta red de estafadores bancarios representa un importante golpe contra el cibercrimen y una victoria para las autoridades encargadas de garantizar la seguridad financiera de los ciudadanos. La lucha contra este tipo de delitos sigue siendo prioritaria para proteger a la sociedad de posibles fraudes y estafas tecnológicas.