Descubre la curiosidad del vecino en la calle mayor de Madrid.
En plena Calle Mayor de Madrid, se encuentra una estatua que ha estado causando intriga a los transeúntes desde 1996. Este vecino curioso ha captado la atención de muchos, quienes se preguntan por qué está ubicado en ese lugar. La estatua fue erigida cerca de las ruinas de la antigua Iglesia de la Almudena, que se destacaba por su proximidad al Alcázar.
La Iglesia de la Almudena, originalmente conocida como Santa María de la Almudena, era un templo pequeño del siglo XI construido sobre los restos de una antigua mezquita. Durante el reinado de Alfonso VI de León, se llevaron a cabo trabajos de construcción en la iglesia. Sin embargo, en 1868, se tomó la decisión de demoler el edificio para ampliar las calles principales de la ciudad.
La escultura del ‘vecino curioso’ fue creada en noviembre de 1996 como parte de un proyecto de rehabilitación del patrimonio urbano y edificado de la ciudad. El escultor Salvador Fernández Oliva fue el encargado de dar vida a esta figura de bronce que representa a un hombre curioso observando las ruinas de la antigua iglesia. La estatua se encuentra en la intersección de la Calle Mayor y la Calle la Almudena, sin pedestal, lo que la hace parecer aún más realista.
Hoy en día, la Catedral de la Almudena se erige en el lugar donde antes se encontraba la antigua iglesia. Este edificio es el escenario de importantes ceremonias institucionales y alberga la imagen de la patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena. Los madrileños se enorgullecen de este sitio que atrae a miles de fieles durante todo el año, quienes disfrutan de su arquitectura interior y de las impresionantes vistas desde su cúpula más alta.
La presencia del ‘vecino curioso’ en la Calle Mayor de Madrid es un recordatorio de la historia y la evolución de la ciudad a lo largo de los siglos. Su mirada curiosa hacia las ruinas de la antigua iglesia invita a los visitantes a reflexionar sobre el pasado y a apreciar la belleza y la importancia de preservar el patrimonio histórico y cultural de Madrid. Una visita a esta estatua es, sin duda, una oportunidad para conectar con la historia de la ciudad y disfrutar de su encanto único.