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El sendero prohibido de las Escaleras Haiku en la isla de Oahu, Hawái, ha vuelto a generar controversia luego de que 14 personas fueran arrestadas por intentar acceder ilegalmente al lugar. Las autoridades han informado a la CNN que estas escaleras, también conocidas como la «escalera al cielo», fueron construidas durante la Segunda Guerra Mundial por la Marina de Estados Unidos y cuentan con 4.000 escalones de metal.

A pesar de que las Escaleras Haiku están cerradas al público desde 1987 debido a su peligrosidad, se han vuelto populares en los últimos años gracias a las redes sociales, donde aventureros e influencers comparten fotos de las impresionantes vistas desde la cima. Sin embargo, el acceso está prohibido y quienes desafían esta norma pueden enfrentar hasta 30 días de prisión por invasión de propiedad privada.

El jefe de la División de Conservación y Aplicación de Recursos de Hawái, Jason Redulla, ha expresado su preocupación por la irresponsabilidad de quienes intentan acceder a las escaleras, ya que no solo ponen en riesgo sus propias vidas, sino también la de los equipos de rescate que deben intervenir en caso de accidentes. El terreno accidentado y de difícil acceso dificulta las operaciones de rescate y puede provocar retrasos en la atención médica, aumentando el riesgo de muertes.

A pesar de los riesgos y las advertencias, las Escaleras Haiku siguen atrayendo a excursionistas en busca de la vista panorámica desde la cima, lo que ha generado problemas para la comunidad local. En un intento por abordar esta situación, la Cámara Municipal de Honolulu aprobó un plan para desmontar las escaleras, un proceso costoso y complicado que ya está en marcha. Con un presupuesto de 2,5 millones de dólares, los equipos están utilizando helicópteros para retirar secciones de las escaleras y garantizar la seguridad en la zona.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el grupo local Friends of the Haiku Stairs se ha opuesto al desmantelamiento de las escaleras, argumentando que es un desperdicio de recursos. A principios de este año, lograron una orden judicial para detener temporalmente el proceso, aunque aún no está claro si podrán evitar que se complete la demolición.