Decenas de cometas de diferentes colores, tamaños y formas zigzaguean en ese trozo de cielo que ocupa al noreste de la capital el Parque Juan Carlos I, en el distrito de Barajas. Abajo, en la amplia explanada cubierta de césped, adultos y niños se afanan por pilotar su juguete volador y no chocar con el resto. Es una mañana soleada de un domingo cualquiera y sopla algo de viento, condiciones meteorológicas ideales para practicar esta actividad, a las que se unen un magnífico espacio abierto y sin árboles. Particularidades que han convertido a este lugar en uno de los spot de la capital preferidos por los aficionados madrileños a las cometas. Este es solo uno de los atractivos que ofrece el segundo parque público más grande de Madrid, el Parque Juan Carlos I.
Inaugurado en 1992 en el marco de Madrid Capital Europea de la Cultura, el Parque Juan Carlos I es un espacio único diseñado por los arquitectos José Luis Esteban Penelas y Emilio Esteras Martín. Con 160 hectáreas, es superado en tamaño solamente por su vecino Valdebebas-Felipe VI. El objetivo de su creación fue clave en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1985, dentro del proyecto del Campo de las Naciones, en línea con las nuevas ideas de crecimiento urbanístico sostenible y acorde con los estándares europeos. El emplazamiento verde elegido para urbanizar en este barrio de la periferia de la capital fue un centenario y magnífico olivar, el Olivar de la Hinojosa.
El olivo es el protagonista de este espacio, con forma de gran anillo que cuenta actualmente con 21 hectáreas de olivar y 2,800 ejemplares, rodeado de otras especies arbóreas. El parque se divide en cuatro zonas, representando las estaciones del año: el Paseo de Otoño, el Paseo de Invierno, el Paseo de Primavera y el Paseo de Verano. Además, en el centro del anillo se encuentra un lago de 30,000 m² y una ría de 1,900 m, que ofrece la posibilidad de practicar piragüismo y kayak-polo. El parque también cuenta con una Senda de las Esculturas, compuesta por 19 obras de arte repartidas por diferentes lugares, que ofrecen un recorrido artístico a través de las creaciones de diferentes escultores que unieron Arte y Naturaleza.
Actividades al aire libre
El Parque Juan Carlos I ofrece una amplia variedad de actividades al aire libre para disfrutar en familia o con amigos. Desde ciclismo, con carril bici disponible, hasta running en las 13 kilómetros de sendas de asfalto y pistas de arena, hay opciones para todos los gustos. También es común ver a grupos de corredores entrenando juntos, como el club Correconnosotros coordinado por el maratoniano Pablo Villalobos. «Correr en grupo siempre motiva más, siempre encuentras a otras personas que corren a tu ritmo… Las series las hace cada uno a su velocidad, pero los circuitos de fuerza los hacemos todos juntos», comenta Villalobos.
Además del running, el parque es un lugar ideal para los patinadores, con diferentes escuelas que imparten clases y cursos. También se pueden encontrar personas practicando zumba, crossfit o yoga, demostrando que hay opciones para todos los gustos y niveles de actividad física. El tren gratuito que recorre el parque cada media hora es otra forma cómoda de explorar sus rincones y disfrutar de sus paisajes.
Conclusión
El Parque Juan Carlos I es un lugar emblemático en Madrid, que ofrece una amplia gama de actividades al aire libre para todos los gustos y edades. Desde volar cometas hasta practicar piragüismo, correr, patinar o simplemente relajarse junto a la naturaleza, este parque tiene algo para cada visitante. Con su diseño único, obras de arte dispersas por todo el recinto y su ambiente familiar, es un destino imperdible para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en la ciudad. ¡No dejes de visitar el Parque Juan Carlos I y sumérgete en un oasis verde en medio de la capital española!