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Hoy es el Día Mundial del Ictus y queremos contarte la historia de Enrique Criado, un hombre que experimentó en primera persona los estragos de esta enfermedad. Hace casi una década, Enrique se despertó un día sin poder levantarse, sintiendo su cuerpo paralizado. A pesar de no tener factores de riesgo, fue diagnosticado con un ictus isquémico y hemorrágico a la edad de 51 años. Los médicos le dieron un pronóstico desalentador, pero Enrique se aferró a la esperanza y con determinación logró recuperar parte de su movilidad.

Enrique, ahora presidente de la Asociación Madrileña de Ictus (ICAM), se ha dedicado a concienciar a otros sobre la importancia de detectar y prevenir el ictus. Muchas personas desconocen los síntomas y la gravedad de esta enfermedad, que es la principal causa de muerte en mujeres y la segunda a nivel global. Es fundamental cuidar los factores de riesgo, como la alimentación, el ejercicio y la presión arterial, para evitar sufrir un episodio de ictus.

Las consecuencias del ictus pueden ser devastadoras, afectando la movilidad y el habla de los pacientes. Por eso, es crucial reconocer los síntomas a tiempo y actuar con rapidez. Cada minuto cuenta, ya que millones de neuronas pueden morir si no se recibe tratamiento a tiempo. Por ello, es fundamental educar a la población, incluidos los niños, sobre cómo identificar los signos de un ictus y llamar al 112 de inmediato.

En la Comunidad de Madrid, se ha implementado el Código Ictus, un protocolo que permite detectar y tratar de manera temprana los casos de ictus. Cada vez que se activa este código, un equipo especializado acude al domicilio del paciente para evaluar los síntomas y brindar el tratamiento necesario. Este protocolo ha sido fundamental para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes de ictus en la región.

Este año, el Código Ictus se ha activado en casi 2.000 ocasiones, un 7% más que el año pasado. A nivel nacional, más de 110.000 personas sufren un ictus cada año, y se estima que una de cada seis personas experimentará esta enfermedad en algún momento de su vida. Es por eso que es tan importante crear conciencia sobre el ictus y la necesidad de actuar con rapidez ante sus síntomas.

Enrique Criado es un ejemplo de superación y lucha contra el ictus. Su historia nos recuerda la importancia de la prevención, la detección temprana y el acceso a un tratamiento adecuado. Con la colaboración de asociaciones, profesionales de la salud y la población en general, podemos trabajar juntos para combatir esta enfermedad y mejorar la vida de quienes la padecen.