David Gilmour está muy contento con su nuevo álbum, Luck and Strange, el cual considera el mejor que ha hecho desde The Dark Side of the Moon. Después de su último trabajo con Pink Floyd y su disco solista Rattle That Lock, el músico decidió lanzar este quinto álbum de estudio. En él, podemos encontrar canciones frescas y floydianas que reflejan su estilo blusero característico.
Gilmour contó con la colaboración de su esposa, Polly Samson, para escribir las letras del álbum. Esto convierte a Luck and Strange en un proyecto familiar que el guitarrista disfrutó mucho trabajar. Además, sus hijos, Romany y Gabriel, también participaron en el álbum, aportando con su talento musical.
El tema del envejecimiento es central en el álbum, ya que refleja las preocupaciones y reflexiones que Gilmour y Samson tenían durante el periodo de creación del disco. A pesar de sus 78 años, el músico sigue sintiendo la misma pasión por la música y tiene planes de volver al estudio rápidamente para trabajar en un nuevo proyecto.
A pesar de su exitosa carrera con Pink Floyd, Gilmour asegura que este nuevo álbum es lo que más le emociona en este momento. Aunque disfruta tocar las canciones clásicas de la banda en vivo, siente una conexión especial con las canciones de Luck and Strange.
Incluso ha considerado vender los derechos de sus grabaciones, incluyendo las de Pink Floyd, para liberar a sus hijos de esa carga en el futuro. Además, se muestra pragmático ante la idea de revivir la banda con hologramas e Inteligencia Artificial en el futuro, ya que considera que en ese momento él ya no estará presente para preocuparse por ello.
En resumen, David Gilmour está emocionado con su nuevo álbum y se siente satisfecho con el resultado. A pesar de su larga carrera en la música, sigue encontrando inspiración y disfrute en la creación de nuevas canciones.