El Tribunal Constitucional rechazó de manera unánime el recurso de amparo presentado por el exdiputado del PP, Alberto Casero, contra la decisión de la presidencia del Congreso que le impidió cambiar su voto durante la votación de la reforma laboral del Gobierno en 2022. Casero emitió un voto afirmativo de manera telemática y luego intentó modificarlo al darse cuenta de su error. Sin embargo, la entonces presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no permitió el cambio de voto a pesar de la solicitud de la dirección del grupo parlamentario popular.
El error del exdiputado popular resultó en una victoria inesperada para el Gobierno de Pedro Sánchez, ya que la ley se salvó por ese único voto. La sentencia del Tribunal Constitucional establece que Casero debió haber sido él mismo quien solicitara personalmente la modificación de su voto, debido al carácter personal e indelegable del mismo. Según el tribunal, la solicitud de cambio de voto debe ser una iniciativa expresa del titular del derecho para evitar cualquier tipo de injerencia externa.
Los magistrados Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, pertenecientes al sector conservador del tribunal, han anunciado que emitirán un voto concurrente, es decir, estarán de acuerdo con la sentencia pero con argumentos diferentes. Es importante recordar que las decisiones que se toman en instancias tan cercanas como el Congreso pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas.
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