La Comunidad de Madrid está llevando a cabo un estudio a gran escala entre cientos de personas mayores para entender a fondo su situación y necesidades. La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, anunció esta iniciativa durante la inauguración de la Jornada «¿Cómo cuidamos a nuestros mayores?», organizada por la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad. Este estudio forma parte del nuevo Plan regional de Envejecimiento Activo, en el que colaboran más de 400 profesionales y entidades, con el objetivo de promover la participación activa de los mayores en la sociedad y garantizar su autonomía.
Visión integral de las necesidades de los mayores
El macroestudio incluirá la perspectiva de profesionales y grupos de interés, y culminará con la creación de un mapa dinámico de servicios y recursos destinados a fomentar el envejecimiento activo y prevenir la dependencia. Además, se establecerá un sistema de seguimiento continuo de la percepción de los mayores, permitiendo la adaptación y actualización constante de las acciones propuestas en función de las necesidades y realidades específicas de cada individuo.
Compromiso del Gobierno regional con los mayores
Dávila destacó los avances que el Ejecutivo autonómico está realizando en beneficio de este colectivo, tal como anunció la presidenta Díaz Ayuso durante el Debate del Estado de la Región la semana pasada. Entre las medidas destacadas se encuentran la construcción de 40 nuevas residencias y centros de día hasta 2030, el despliegue de la nueva Teleasistencia Avanzada, el aumento de hasta un 50% en las ayudas económicas del sistema de dependencia para facilitar el acceso a servicios personalizados, y el incremento del 40% en la plantilla para agilizar la resolución de expedientes, especialmente en situaciones de cuidados paliativos.
Beneficios del envejecimiento activo
El envejecimiento activo se ha convertido en un concepto fundamental en la atención a las personas mayores, ya que promueve una vida plena y saludable en la etapa de la vejez. Fomentar la participación social, el mantenimiento de la autonomía y la prevención de la dependencia son pilares clave para garantizar la calidad de vida de este sector de la población. A través de programas y servicios diseñados específicamente para las necesidades de los mayores, se busca potenciar su bienestar físico, mental y emocional.
Importancia de la prevención de la dependencia
La prevención de la dependencia en las personas mayores es fundamental para evitar situaciones de vulnerabilidad y promover su autonomía. Detectar tempranamente los factores de riesgo y brindarles el apoyo necesario para mantener su independencia son acciones clave en el cuidado de este colectivo. El acceso a servicios de calidad, el seguimiento continuo de su estado de salud y la promoción de hábitos de vida saludables son elementos esenciales para prevenir la dependencia y garantizar una vejez activa y plena.
Desafíos y oportunidades en el cuidado de los mayores
El envejecimiento de la población plantea importantes desafíos en términos de atención y cuidado de las personas mayores. La necesidad de adaptar los servicios de salud, social y comunitarios a las demandas de este grupo poblacional, así como de garantizar su acceso equitativo a recursos y oportunidades, son aspectos cruciales a tener en cuenta. Sin embargo, también se abren nuevas oportunidades para promover el envejecimiento activo, la participación social y el bienestar integral de los mayores a través de políticas y programas específicamente diseñados para sus necesidades.
Conclusiones
El compromiso de la Comunidad de Madrid con el cuidado y bienestar de las personas mayores se refleja en iniciativas como el macroestudio sobre sus necesidades, el Plan regional de Envejecimiento Activo y las medidas anunciadas para mejorar su calidad de vida. Promover el envejecimiento activo, prevenir la dependencia y garantizar la atención integral de los mayores son pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria. La colaboración entre instituciones, profesionales y la sociedad en su conjunto es clave para asegurar un envejecimiento digno y saludable para todos.