El miércoles 1 de junio de 1971, Madrid experimentó un intenso temporal que trajo consigo fuertes lluvias y granizo. La zona central de la ciudad se vio especialmente afectada entre las dos y media y las tres y media de la tarde.
Los túneles del Metro de Madrid se vieron afectados por la granizada, lo que causó problemas en el servicio y retrasos para los pasajeros. Además, el barrio de Salamanca sufrió inundaciones debido a la cantidad de agua caída en tan poco tiempo.
Los bomberos tuvieron que intervenir en varias zonas de la ciudad para ayudar a evacuar el agua y garantizar la seguridad de los residentes. La situación se complicó debido a la intensidad de las precipitaciones y la acumulación de granizo en algunas áreas.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de estar preparados para este tipo de eventos meteorológicos extremos. Es fundamental contar con un plan de emergencia y seguir las indicaciones de las autoridades para garantizar la seguridad de todos.
A pesar de los daños causados por la granizada y las inundaciones, la ciudad de Madrid demostró una vez más su resiliencia y solidaridad. Los vecinos se unieron para ayudarse mutuamente y superar juntos las dificultades provocadas por el temporal.
Esperamos que las autoridades tomen medidas para prevenir este tipo de incidentes en el futuro y proteger a la población de los efectos adversos de los fenómenos meteorológicos extremos. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos deben ser una prioridad en todo momento.