Durante mucho tiempo, el metano ha sido un gas de efecto invernadero menos conocido y estudiado en comparación con el dióxido de carbono. Sin embargo, las últimas investigaciones muestran que las emisiones de metano están alcanzando niveles récord y su impacto en el calentamiento global es hasta 80 veces mayor que el CO₂. Estas emisiones provienen principalmente de actividades humanas como la agricultura, la ganadería, la industria de los combustibles fósiles y la gestión de vertederos.
Según expertos en el tema, aproximadamente dos tercios del metano en la atmósfera provienen de actividades humanas. Las emisiones de metano han aumentado constantemente en las últimas décadas, y en enero de este año alcanzaron un nivel de 1.931 partes por millón, el más alto registrado en al menos 800.000 años. A pesar de que la concentración de metano se estancó de 1999 a 2006, desde entonces ha seguido aumentando de manera constante.
Reducir las emisiones de metano es crucial para mitigar el cambio climático a corto plazo, ya que el metano tiene un tiempo de vida más corto en la atmósfera que el dióxido de carbono. Expertos en el tema sugieren diferentes soluciones para abordar este problema, como reducir fugas de gas en instalaciones energéticas, utilizar aditivos en la dieta de vacas para disminuir sus emisiones de metano, aplicar técnicas de manejo en el cultivo del arroz y capturar metano en vertederos para su uso como biocombustible.
Es importante que se tomen medidas urgentes para reducir las emisiones de metano y así combatir el cambio climático de manera efectiva. La concienciación y la acción a nivel individual, empresarial y gubernamental son clave para lograr un impacto positivo en la reducción de las emisiones de este gas de efecto invernadero. ¡Sigue leyendo para estar al tanto de las últimas noticias sobre el clima y el medio ambiente!