Óscar Sánchez Gil, quien fue el jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal (UDEF) en Madrid, fue detenido junto con su esposa en una investigación dirigida por la Audiencia Nacional contra el narcotráfico, el blanqueo de capitales y el cohecho. Durante los registros, se encontraron alrededor de 20 millones de euros en el domicilio de su pareja, quien también es agente de la Policía Nacional, y en su lugar de trabajo.
Según las investigaciones, Sánchez Gil podría haber estado colaborando con una organización de narcotraficantes durante los últimos cinco años. Se cree que usó su posición para pasar información sobre cómo evadir los controles aduaneros y facilitar la entrada de drogas en España. Además, se sospecha que ayudó a los clanes del narcotráfico a blanquear el dinero obtenido de la venta de drogas en el país. Los 20 millones encontrados en su casa serían de su propiedad y podrían haber sido pagos de los clanes de la droga que intentaba blanquear a través de empresas ficticias.
Durante la investigación, se descubrió que Sánchez Gil también poseía varios autos de lujo, incluidos varios BMW y un Lamborghini Huracán Spyder valuado en casi 300,000 euros. Estos vehículos de alta gama se cree que forman parte de la red de narcotraficantes.
Además de Sánchez Gil, su esposa, quien también es agente de la Policía Judicial en Alcalá de Henares, fue detenida junto con otras trece personas en relación con esta red de narcotráfico. Todos los detenidos enfrentan cargos de tráfico de drogas, cohecho, blanqueo de capitales, organización criminal y omisión del deber de perseguir delitos mientras se lleva a cabo la investigación.
Sánchez Gil, a pesar de su detención, es conocido por ser una persona discreta y reservada con una larga trayectoria en la Policía Nacional. Durante su tiempo en la Udyco, estuvo involucrado en operaciones importantes como la operación Titella, que involucró al productor y artista José Luis Moreno. Su detención se produjo en relación con una incautación de drogas en Algeciras, donde se descubrieron 13 toneladas de cocaína en un contenedor proveniente de Ecuador.
La cooperación entre el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, la Udyco y el Greco fue crucial en esta operación, que ha sido considerada histórica en España. La colaboración de la Policía de Ecuador con las autoridades españolas también fue fundamental para el éxito del operativo. Gracias a esta cooperación estrecha, se pudo llevar a cabo la incautación de drogas más grande registrada en España hasta la fecha.