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La llegada de la electricidad a Madrid: un hito histórico

La historia de la electricidad en el alumbrado público de Madrid es un viaje fascinante que ha transformado la capital española a lo largo de los años. La introducción de la electricidad en Madrid no fue un evento único, sino más bien un proceso gradual que se fue desarrollando a lo largo del siglo XIX y principios del XX.

En el siglo XIX, el Circo Price fue uno de los primeros lugares en Madrid en instalar iluminación eléctrica en su interior, atrayendo la atención del público y despertando su interés por esta nueva tecnología. Posteriormente, en la década de 1850, se proyectaron rayos de luz eléctrica sobre la plaza de la Armería, cerca del Palacio Real, sorprendiendo a los madrileños y visitantes por igual.

Antes de la llegada de la electricidad, el gas era el principal medio de iluminación en Madrid. Sin embargo, la electricidad se presentaba como su sucesora natural, ofreciendo una iluminación más brillante y segura. Se llevaron a cabo numerosas pruebas para alimentar los faroles de la ciudad con electricidad, y pronto se comenzaron a reemplazar los faroles de gas por faroles eléctricos.

Uno de los momentos más significativos en la historia de la electricidad en Madrid fue la instalación de los primeros faroles eléctricos en la iglesia de Atocha para celebrar la salida de la Reina Isabel II tras el nacimiento de su hija, la Infanta Isabel. Estos avances continuaron con la instalación de faroles eléctricos en la fachada del Congreso de los Diputados y en la calle Barquillo, una de las calles más transitadas de la ciudad en ese momento.

La consolidación de la iluminación eléctrica en Madrid

El 23 de enero de 1878, para celebrar la boda de Alfonso XII con María de las Mercedes, se instalaron las primeras luces eléctricas en la Puerta del Sol a través de faroles con arcos voltaicos. A partir de ese momento, las lámparas eléctricas comenzaron a compartir espacio con el gas en la iluminación de la ciudad.

A medida que avanzaba el siglo XIX, la demanda de electricidad en Madrid aumentaba y se multiplicaban los contratos con empresas eléctricas. En 1889, se creó la Compañía General Madrileña de Electricidad, que convivía con la Compañía Inglesa de Electricidad, sentando las bases para las grandes compañías eléctricas españolas actuales.

En 1912, se constituyó Unión Eléctrica Madrileña mediante la fusión de varias compañías, consolidando aún más la presencia de la electricidad en la capital española. La introducción de las lámparas de incandescencia de Thomas Edison fue un punto de inflexión en la historia de la iluminación eléctrica, permitiendo una iluminación más eficiente y segura en toda la ciudad.

Madrid en la era eléctrica

Hacia 1892, Madrid ya podía considerarse una metrópoli a la altura de las principales capitales europeas en términos de alumbrado público. La Villa y Corte había entrado oficialmente en la era eléctrica, marcando un hito en la historia de la iluminación en la ciudad.

La llegada de la electricidad a Madrid ha sido un proceso gradual y fascinante que ha transformado la capital española a lo largo de los años. Desde los primeros experimentos con iluminación eléctrica en el siglo XIX hasta la consolidación de las grandes compañías eléctricas en el siglo XX, la historia de la electricidad en el alumbrado público de Madrid refleja el progreso y la innovación que han caracterizado a la ciudad a lo largo de su historia.