Los okupas en Carabanchel: una historia de estafa y desamparo
En un goteo constante, las familias de origen peruano involucradas en el caso del edificio okupado en Carabanchel han acudido a la comisaría del distrito de la Policía Nacional para denunciar una presunta estafa. Sin embargo, lo que desconocían es que ya se habían convertido en okupas, atrayendo a más residentes a la Calle Excelente número 6, en el Ensanche de Carabanchel, una vez que el caso salió a la luz.
### Investigación en curso
El Grupo Judicial de la comisaría del barrio está investigando el incidente que involucra a 28 viviendas ocupadas por familias peruanas, a quienes se les habría ofrecido los hogares a precios irrisorios mientras esperaban en la fila de un comedor social. Algunos residentes legales han expresado su consternación por la situación, destacando la falta de acción por parte de la empresa propietaria del edificio.
### Estafados y desamparados
Los afectados han llegado a la comisaría con contratos de alquiler supuestamente falsos, sin firmas ni identificaciones personales. Se sospecha que estos documentos podrían haber sido elaborados por los propios ocupantes o por los individuos que les arrendaron ilegalmente las viviendas. La situación se agrava por la presencia de menores en los domicilios ocupados, dificultando los procedimientos de desalojo.
### Mafia y conflicto
Según fuentes cercanas a la investigación, se ha observado una okupación masiva en Carabanchel, protagonizada únicamente por personas de origen peruano. La mayoría de estas familias no tienen su situación regularizada en España y no están registradas en el padrón. Con alrededor de 30 viviendas ya ocupadas en una urbanización recién construida, se estima que la mafia detrás de este esquema ha obtenido cerca de 100.000 euros hasta la fecha.
### Desesperación y negligencia
Los residentes legales del edificio han denunciado la presencia de conflictos internos entre los okupas, así como la falta de respuesta y acción por parte de la promotora inmobiliaria. A pesar de los intentos de comunicación y los informes sobre peleas en la urbanización, los residentes se sienten desatendidos y desprotegidos. Ante la creciente insostenibilidad de la situación, algunos afectados están considerando mudarse a otro lugar.