Esta noche, la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional en Madrid, se iluminará de color naranja en un emotivo homenaje a los niños israelíes Ariel y Kfir Bibas. Estos pequeños, de 4 años y 9 meses respectivamente, fueron secuestrados junto a su madre Shiri durante un ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre de 2023. Los cuerpos de los niños fueron entregados a las autoridades de Israel por Hamás el pasado jueves, desatando una ola de conmoción y repudio en todo el mundo.
Un gesto de solidaridad y condena
La Comunidad de Madrid ha decidido iluminar el emblemático edificio de color naranja como una muestra de solidaridad con la familia de los niños y como un firme rechazo a la cruel acción llevada a cabo por Hamás. En un comunicado oficial, el Gobierno regional expresó su repudio hacia el grupo terrorista y su dolor por la pérdida de Ariel y Kfir. El color naranja fue seleccionado específicamente en honor al cabello pelirrojo de los pequeños, en un gesto simbólico que busca mantener viva la memoria de estos inocentes.
Expertos en terrorismo han señalado que este trágico incidente pone de manifiesto la naturaleza despiadada y sin escrúpulos de los grupos extremistas, que no dudan en llevar a cabo actos atroces incluso contra los más vulnerables de la sociedad. La iluminación de la Real Casa de Correos en Madrid no solo es un tributo a Ariel y Kfir, sino también un recordatorio de la necesidad de unir fuerzas a nivel internacional para combatir el terrorismo en todas sus formas.
Un llamado a la solidaridad global
El impacto de la tragedia de Ariel y Kfir Bibas ha trascendido fronteras, generando una ola de solidaridad y apoyo en todo el mundo. Organizaciones internacionales, líderes políticos y ciudadanos comunes han expresado su indignación y su dolor por este acto inhumano, instando a la comunidad internacional a unirse en la lucha contra el terrorismo y la violencia.
«La pérdida de Ariel y Kfir es una tragedia que nos afecta a todos, sin importar nuestra nacionalidad o creencias. Es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la necesidad de trabajar juntos para construir un mundo más seguro y pacífico para las generaciones futuras», declaró un portavoz de una organización humanitaria internacional.
La iluminación de la Real Casa de Correos en Madrid es solo un pequeño gesto en medio de una tragedia abrumadora, pero es un símbolo poderoso de solidaridad y resistencia ante la crueldad y el odio. Mientras el edificio brille con un resplandor naranja en honor a Ariel y Kfir, también ilumina el camino hacia un futuro donde la paz y la justicia prevalezcan sobre la oscuridad del terrorismo.