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El arte de la viticultura: Vino Siesto de Zamora

En el mundo de la enología, cada vino cuenta una historia única, una historia que comienza en las manos del viticultor. Victor Siesto, el bodeguero detrás del Vino Siesto de Zamora, tiene una filosofía clara: buscar vinos diferentes, únicos, que permitan la libertad de experimentación. Su enfoque en la autoría y la artesanía se refleja en cada botella que produce.

La idea de la autoría en el mundo del vino ha evolucionado a lo largo de los siglos, pasando de un enfoque colectivo en la producción a destacar la individualidad del elaborador. En el caso del Vino Siesto, esta noción se manifiesta en la atención meticulosa a cada detalle, desde la viticultura hasta la distribución. Siesto se involucra en cada etapa del proceso, asegurándose de que su visión se refleje en cada sorbo.

Una fusión única: tinta de toro y bruñal

Una de las características más distintivas del Vino Siesto es su combinación de uvas tinta de toro y bruñal de Arribes del Duero. Esta fusión inusual da como resultado un vino apasionante y complejo, con capas de sabor que invitan a explorar cada sorbo. La cepa vieja y la concentración de las uvas añaden profundidad al vino, mientras que sus intensas notas de frutas maduras y tierra recién pisada evocan la esencia del terruño.

La elección de Siesto de utilizar la variedad bruñal, una uva poco común en la región, demuestra su compromiso con la innovación y la experimentación. Esta combinación única de uvas resulta en un vino con una personalidad propia, que desafía las expectativas y sorprende al paladar.

Una experiencia sensorial inigualable

Al probar el Vino Siesto, se despiertan los sentidos con cada sorbo. Desde su profundo color rojo cardenal hasta sus aromas a frutas maduras y tierra húmeda, este vino invita a sumergirse en una experiencia sensorial única. La corpulencia en boca, la acidez equilibrada y el final largo y satisfactorio hacen que cada trago sea una experiencia inolvidable.

El precio de 20,50 euros por botella refleja el valor y la calidad del Vino Siesto. Cada euro invertido se traduce en una experiencia sensorial inigualable, donde la artesanía y la pasión se fusionan en cada sorbo. Para aquellos que buscan un vino que desafíe las convenciones y celebre la individualidad, el Vino Siesto de Zamora es una elección perfecta.

En conclusión, el Vino Siesto de Zamora es mucho más que una simple bebida: es una obra de arte enológica, una expresión de la pasión y la dedicación de su creador. Cada botella cuenta una historia única, una historia de innovación, experimentación y amor por el vino. Una experiencia que invita a explorar los límites de lo posible en el mundo de la enología.