Gran sorpresa la que se llevaron los agentes de la Policía Municipal al llegar al gimnasio de Usera después de recibir una queja de los vecinos. El pasado 4 de mayo a las 11 de la mañana, los agentes respondieron a la denuncia por la aglomeración de personas en la calle de Nicolás Usera, específicamente en el número 56, para investigar la situación.

La primera anomalía que descubrieron fue que el local, que anteriormente era un garaje con un almacén, ahora albergaba el gimnasio Vinaboxing, una empresa con un capital social de tan solo 500 euros y creada en noviembre de 2024. Lo curioso es que el establecimiento contaba con licencia para funcionar como una tienda de molduras, no como un gimnasio. A pesar de esto, se llevaban a cabo actividades deportivas, especialmente boxeo, tanto occidental como muay-thai, el cual ha ganado popularidad en España en los últimos años. Además, el gimnasio había estado promocionándose en redes sociales como tal, a pesar de no tener la autorización correspondiente.

Lo más sorprendente fue que los agentes llegaron durante una pelea de boxeo, con alrededor de cien personas presentes en el lugar. Había dos luchadores y un árbitro en el ring. Esta situación constituye una infracción grave y costosa, dado que al no tener licencia, no contaba con un aforo permitido por ley, y no cumplía con otras medidas de seguridad obligatorias, como salidas de emergencia y extintores. La Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar) de la Comunidad de Madrid regula este tipo de eventos, y en este caso, se estaba llevando a cabo una pelea con más de 90 espectadores, quienes tuvieron que ser evacuados.

Por otro lado, la Policía Municipal ha confirmado que el gimnasio sin licencia también ha albergado otras competiciones y conciertos de artistas urbanos como Aniel Mestre y Kowar. A pesar de que el dueño del establecimiento argumentó que no cobraba entrada, no vendía alcohol y poseía una declaración responsable ante el ayuntamiento, esto no justifica la presencia de una gran cantidad de personas, incluyendo menores, ni la realización de eventos de este tipo. La licencia otorgada hace 20 años es para un negocio industrial y una tienda de molduras, no para un gimnasio ni para conciertos.

El informe policial ha sido remitido a la Agencia de Actividades (ADA), la cual determinará las sanciones correspondientes y el monto de la multa que el empresario deberá pagar si es sancionado, lo cual parece ser muy probable. En resumen, la situación en el gimnasio de Usera ha dejado al descubierto una serie de irregularidades que deben ser corregidas para garantizar la seguridad de los asistentes y el cumplimiento de la normativa vigente.