Resumen: El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, recibió a la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina en la Casa de la Villa para celebrar la tradición del Miércoles de Ceniza y el comienzo de la Cuaresma. La cofradía recordó a Valencia y los afectados por la Dana con una decoración especial de la sardina de plata. El alcalde recibió un regalo para su hijo y se unió a la celebración antes de despedir el Carnaval con la procesión hacia San Antonio de la Florida.
Madrid, España – En una mañana soleada, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, recibió con entusiasmo a la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina en la Casa de la Villa, marcando el inicio del Miércoles de Ceniza y el comienzo de la Cuaresma en la capital española. La tradición de despedir el Carnaval con el entierro simbólico de la sardina ha sido un evento destacado en Madrid durante más de 250 años, y este año no fue la excepción.
Un tributo especial
La cofradía, en un gesto conmovedor, recordó a Valencia y a los afectados por la Dana al decorar la sardina de plata con símbolos que honraban a los voluntarios y a todas las personas que colaboraron para ayudar frente a la tragedia. Este acto de solidaridad y empatía marcó el tono del evento, recordando a todos la importancia de la comunidad y la ayuda mutua en tiempos difíciles.
El alcalde, junto con otros representantes políticos de Madrid, recibió a la cofradía con alegría y agradecimiento. En un gesto de amistad, la cofradía obsequió a Martínez-Almeida unos zapatos y un body del Atlético de Madrid para su hijo, generando risas y un ambiente festivo entre los presentes. La interacción entre el alcalde y los miembros de la cofradía mostró un lado más humano y cercano de la figura política, uniéndolos en una celebración compartida.
Celebrando la tradición
Martínez-Almeida destacó la importancia de mantener vivas las tradiciones de Madrid, señalando que el entierro de la sardina es una parte integral de la identidad cultural de la ciudad. La procesión desde la Fuente de los Pajaritos hasta San Antonio de la Florida simboliza la conexión profunda de la ciudad con su historia y sus raíces, recordando a todos la importancia de honrar el pasado mientras se avanza hacia el futuro.
La celebración culminó con un mensaje de unidad y alegría por parte del alcalde, quien elogió el trabajo de la cofradía por mantener viva la esencia de Madrid a lo largo de los años. Con cánticos, brindis y un sentido homenaje a la sardina, la ceremonia fue un recordatorio de la vitalidad y la energía de la ciudad, que se renueva y se reinventa en cada celebración de la tradición.
En resumen, el entierro de la sardina en Madrid es mucho más que una simple festividad. Es un símbolo de la historia, la comunidad y la identidad de la ciudad, que se renueva cada año con la misma pasión y entusiasmo. Mientras la sardina se despide hasta el próximo Carnaval, Madrid sigue vibrante y lleno de vida, listo para abrazar el futuro con alegría y gratitud. ¡Viva la tradición, viva Madrid!